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Mensaje del Delegado de Catequesis de Santiago sobre la Asamblea de Catequistas celebrada ayer

Queridos catequistas,

Ayer, acompañados de vuestros párrocos y pastores, celebramos nuestra Asamblea Anual de Catequistas, que por ser Año Santo Jubilar Compostelano, lo hicimos en forma de Jubileo.

Desde el inicio hasta el fin podemos decir que fue un Jubileo, pues muchos fueron los motivos de júbilo, de alegría, de gozo y felicidad que vivimos y compartimos:

– La alegría de encontrarnos de nuevo sanos y salvos tras dos años de pandemia;

– el gozo de renovar nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia como pueblo peregrino que camina unido a la casa del Señor. Así nos lo recordó nuestra breve, pero hermosa, peregrinación desde la Ciudad de la Cultura (la ciudad moderna de los hombres del siglo XXI, en la que vivimos) a la Ciudad de Santiago (ciudad de la tradición y de las raíces apostólicas, “Puerta” de la Ciudad eterna de Dios);

– el gozo desbordante de estar con el Señor Jesús presente en la Eucaristía y de experimentar su amor y misericordia a través del sacramento de la reconciliación (Celebración en el Convento de las Mercedarias);

– la alegría y la felicidad de compartir la vocación y misión de catequistas, vivida en torno a la mesa de la fraternidad a la hora de la comida; y que nos preparaba al gozo de la Mesa de la Eucaristía, que celebraríamos posteriormente;

– la felicidad de llegar, desde la Iglesia de santa María Salomé, casa de la madre de los Zebedeo, hasta las puertas de la Casa de su hijo Santiago, nuestra Catedral, acompañados por el mismo Santiago, el “Primer catequista de nuestra Diócesis”;

– el inmenso gozo de celebrar juntos nuestra fe, en torno a la mesa que el Señor Jesús prepara a todos sus amigos, agradeciendo la entrega de los catequistas que por 25, 50 y más años vienen desarrollando el servicio de la catequesis en la Iglesia.

– Finalmente, la alegría y gozo desbordante de sentirnos enviados de nuevo a nuestras comunidades portando en nuestras manos un signo de comunión y misión que nos recuerda que: “¡Con Santiago, somos llamados a ser catequistas en camino!”

Por todo eso damos hoy gracias de nuevo, participando en las celebraciones de las Eucaristías, a las que nos debemos, y realizando lo que mejor sabemos hacer: transmitir la fe que hemos recibido siendo catequistas.

Con todo mi agradecimiento por vuestra entrega y servicio. Que Dios os bendiga juntamente con vuestras familias. Y ahora, llenos de alegría y gozo, buen camino de cuaresma junto con vuestras comunidades.

Miguel López Varela, Delegado de Santiago de Compostela

Bendición del Catequista peregrino

Al comenzar el Camino hacia tu sepulcro
nos dirigimos a ti, Apóstol Santiago,
amigo del Señor Jesús,
para pedirte tu ayuda y protección,
y agradecerte tu patrocinio e intercesión
en nuestro servicio como Catequistas.

Tú escuchaste la llamada de Jesús,
le seguiste fielmente e
hiciste de sus enseñanzas el camino de tu vida.

Tú, siguiendo el mandato de Jesús,
llegaste hasta las tierras de Compostela
para dar testimonio de la Buena Nueva del Evangelio.
Tú fuiste el primero en dar la vida y así beber el cáliz del Señor.

Ayuda durante su Camino
a estos Catequistas de nuestra Diócesis compostelana,
que hoy celebran su Jubileo y
se disponen a descender hasta tú ciudad.

Que esta peregrinación les ayude, ahora y siempre,
a vivir el camino de sus vidas:
con los pies en la tierra,
con los ojos en el cielo,
con el corazón en el Evangelio,
y con el pensamiento en la eternidad.
Amén.

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