IV JORNADA MUNDIAL DE LOS ABUELOS Y MAYORES. 28 JULIO 2024
QUERIDOS CATEQUISTAS,
La Delegación para la Catequesis y el Catecumenado de la diócesis de Santiago de Compostela, os comparte el mensaje del Papa Francisco para leer y reflexionar sobre esta realidad que toca también a nuestras catequesis.
El Papa Francisco comienza su mensaje diciendo:
Queridos hermanos y hermanas:
Dios nunca abandona a sus hijos. Ni siquiera cuando la edad avanza y las fuerzas flaquean, cuando aparecen las canas y el estatus social decae, cuando la vida se vuelve menos productiva y corre el peligro de parecernos inútil. Él no se fija en las apariencias (cf. 1 S 16,7) y no desdeña elegir a aquellos que para muchos resultan irrelevantes. No descarta ninguna piedra, al contrario, las más “viejas” son la base segura sobre las que se pueden apoyar las piedras “nuevas” para construir todas juntas el edificio espiritual (cf. 1 P 2,5).
TEMA de la jornada mundial: "En la vejez no me abandones"
El tema elegido por el Papa Francisco para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores está tomado del salmo 71.
Esta jornada se celebra el domingo 28 de julio de 2024 así lo ha dado a conocer el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Dijo el cardenal Farrell: Es necesario construir juntos el «nosotros» de la comunión eclesial para vencer toda forma de cultura del descarte. Ver el vídeo del Papa.
Vatican News
El domingo 28 de julio de 2024 se celebrará la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. El tema elegido por el Santo Padre, “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9), pretende subrayar cómo la soledad es, lamentablemente, la amarga compañera en la vida de tantos mayores que, a menudo, son víctimas de la cultura del descarte. Así lo informa un comunicado del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
En el año de preparación al Jubileo, que el Santo Padre ha querido dedicar a la oración, – informa el dicasterio – el tema de la Jornada está tomado del Salmo 71, la invocación de un anciano que relata su historia de amistad con Dios.
Al valorizar los carismas de los abuelos y de los mayores y su contribución a la vida de la Iglesia, la celebración de la Jornada quiere fomentar el compromiso de toda la comunidad eclesial en la construcción de vínculos entre generaciones y en la lucha contra la soledad, conscientes de que – como afirma la Escritura – “No conviene que el hombre esté solo” (Gén 2,18).
Y evocando el pasaje bíblico de Ruth, expresa muy hermosamente el Papa: «La libertad y la valentía de Rut nos invitan a recorrer un camino nuevo. Sigamos sus pasos, hagamos el viaje junto a esta joven mujer extranjera y a la anciana Noemí, no tengamos miedo de cambiar nuestras costumbres y de imaginar un futuro distinto para nuestros ancianos. Nuestro agradecimiento se dirige a todas esas personas que, aun con muchos sacrificios, han seguido efectivamente el ejemplo de Rut y se están ocupando de un anciano, o sencillamente muestran cada día su cercanía a parientes o conocidos que no tienen a nadie. Rut eligió estar cerca de Noemí y fue bendecida con un matrimonio feliz, una descendencia y una tierra. Esto vale siempre y para todos: estando cerca de los ancianos, reconociendo el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, también nosotros recibiremos muchos dones, muchas gracias, muchas bendiciones.
En esta IV Jornada Mundial dedicada a ellos, no dejemos de mostrar nuestra ternura a los abuelos y a los mayores de nuestras familias, visitemos a los que están desanimados o que ya no esperan que un futuro distinto sea posible. A la actitud egoísta que lleva al descarte y a la soledad contrapongamos el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene la valentía de decir “¡no te abandonaré!” y de emprender un camino diferente.
A todos ustedes, queridos abuelos y mayores, y a cuantos los acompañan, llegue mi bendición junto con mi oración. También a ustedes les pido, por favor, que no se olviden de rezar por mí.
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