¡RESUCITÓ! CON LA RESURRECCIÓN TODO SE ILUMINA
QUERIDOS CATEQUISTAS, UN ABRAZO DE PASCUA
Creemos que Cristo ha resucitado de entre los muertos porque aceptamos el testimonio de los apóstoles, que vieron el sepulcro vacío y creyeron; que comieron y bebieron con Él, después de su resurrección; testimonio que se nos transmite por la Iglesia a lo largo de los siglos (cf. Ev. y 1 lect.). Ocurrió el primer día de la semana que a partir de entonces es el día del Señor Resucitado, la piedra que desecharon los arquitectos, que es ahora la piedra angular de la Iglesia (cf. sal. resp.). Por la fe y el bautismo hemos resucitado con Cristo, el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo, que muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida (Pf.). Por eso debemos buscar siempre los bienes del cielo, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios (2 lect.). Ver catequesis completa aquí.
LA PASCUA CON OJOS DE CATEQUISTA (podéis reflexionar personalmente o con los chicos de la catequesis y sus padres, antes de la misa del domingo de Pascua, o después de la misa o bien durante la octava de Pascua)
JESUCRISTO, DE LA MUERTE A LA VIDA Y CON ÉL, TAMBIÉN NOSOTROS
Os invitamos a dar una mirada como catequistas del texto de Jn. 20, 1-9 (Biblia CEE)
201El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. 2Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». 3Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. 4Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; 5e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. 6Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos 7y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. 8Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. 9Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
1.- Después de la lectura, medita y trata de ver que sucedió el primer día de la semana…reconstruye la escena…fue al amanecer, cuando todavía estaba oscuro…pon tus cinco sentidos en esta escena
2.- Ve los personajes: Primero, María la Magdalena, Simón Pedro, imagina los recuerdos que se agolpaban en sus mentes, cada uno con su historia personal con Jesús, recuerda lo que ya sabes.
El discípulo a quien Jesús amaba, aquí no dice el nombre de ese discípulo, sólo sabemos que es alguien amado por Jesús.
Esos personajes van corriendo a la tumba, sus vidas, sus historias están conectadas por todo lo que vivieron con Jesús, su dolor, su pasión, su muerte, por el momento con la muerte de Jesús para ellos todo había terminado ahí.
María la Magdalena, es la que ve la losa quitada del sepulcro, vaya sorpresa que se llevó, pues se preguntaba, ¿quién la habría movido? lo primero que hace es correr a avisar a Pedro y al otro discípulo, al que Jesús amaba…
Escucha con tu corazón estas palabras y dilas en alta voz: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto» .
Estos personajes son la comunidad que busca ir más allá del escándalo de la Cruz, una comunidad que se fortalece por la fe de los primeros discípulos… «vió y creyó». Una comunidad que corre, por la urgencia del Reino…
¿Catequista, a qué te invita este texto? ¿Qué reflexión haces como miembro de una comunidad, la Iglesia de Cristo resucitado? ¿Sigues buscando a jesús? ¿Qué tipo de discípulo eres?
Cristo resucitado está en la comunidad de los que anuncian su mensaje, celebran los sacramentos y testimonian su amor. Se encuentra, sobre todo, en lo más vivo y profundo de la Eucaristía.
Cristo resucitado está también en los hermanos necesitados, los pobres, los excluidos, los enfermos, los extranjeros…que han de ocupar el centro de nuestra catequesis, porque Cristo se identifica con cada uno de ellos.
El verdadero discípulo, como tu, como todos los catequistas también deben descubrir la presencia y acción del Resucitado en las distintas áreas de la sociedad y esforzarse por transparentar con la fuerza del testimonio el rostro resucitado, luminoso y amable de Jesús en el mundo.
¡ QUERIDOS CATEQUISTAS, FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN! ID A CONTAGIAR A LOS OTROS CON LA LUZ DE CRISTO