ActualidadCatequesisEucaristía con niños

Primeras Comuniones: Lo que No pueden ser, lo que Sí deben ser

La reflexión, llegado este tiempo de mayo y Primeras Comuniones, vuelve a ser inevitable. La reflexión sobre cómo se preparan y viven las Primeras Comuniones de nuestros niños. Un asunto que, por su grandeza y también por su miseria en algunos casos, nos preocupa a todos: a obispos, sacerdotes, catequistas y otros miembros más comprometidos de la Iglesia.ggAcabo de leer la Carta de un obispo a los niños que reciben la Primera Comunión, carta publicada en la revista ECCLESIA. El Obispo habla a los niños de la grandeza de recibir a Jesús, vivir en su amistad y acercarse con frecuencia, al menos cada domingo, a participar en la Eucaristía. Vengo, al mismo tiempo, de recordar a un grupo de padres lo que ha de ser y significar para ellos y para sus hijos la fiesta de las Primeras Comuniones.
Con estos dos recuerdos de ultimísima hora, resumo tres no es sobre las Primeras Comuniones y otros tres síes sobre las mismas.
 La Primera Comunión NO puede ser un mero acontecimiento o fiesta social o familiar. Por desgracia, así es en algunos casos. Se monta la fiesta para que “todos sean iguales”, para que “mi hijo o mi hija no sea menos que los demás”.
 La Primera Comunión NO puede ser una especie de carrera interminable de regalos y más regalos. ¿No hay otros días y motivos, a lo largo del año, para hacer regalos? ¿No nos damos cuenta que se oculta así el sentido religioso y auténtico del día?
 La Primera Comunión NO puede ser, a la vez, la última Comunión. Hay niños y familias que con la fiesta ponen punto final a su vida y relación parroquial. Estas son algunas de las que podemos llamar “miserias” o sombras de la Primeras Comuniones.
«Comulgar a Jesús implica comulgar también con los demás, especialmente con los más pobres, para ayudarles y socorrerles en todo lo necesario».
 La Primera Comunión SI es una fiesta de importancia capital en el proceso de maduración y vivencia cristiana de nuestros niños. Jesús, que nos ha hecho el gran regalo de quedarse con nosotros en la Eucaristía y dársenos en comida: «Tomad y comed, eso es mi cuerpo. Tomad y bebed, ésta es mi sangre», llega al corazón y a la vida de nuestros niños. El anhelo y el gozo de los pequeños, alimentado durante los años de preparación y catequesis, se ve cumplido.

 La Primera Comunión SI es el comienzo de una participación más plena y más constante en la Eucaristía de la comunidad. Desde ese día, y acompañados por sus familiares, los niños que han comulgado deben acudir, todos los Domingos y otras fiestas, a recibir a Jesús, para crecer en la amistad con Él y para que no dejen de hacer el bien a los demás como lo hacía Jesús.

 La Primera Comunión SI es un momento oportuno para intensificar la vida de comunión y fraternidad en el corazón y en los comportamientos de nuestros niños. La participación en la mesa del altar, la comunión de todos de mismo y único pan, debe fortalecer nuestra condición de hermandad, de miembros de la misma familia. Comulgar a Jesús implica comulgar también con los demás, especialmente con los más pobres, para ayudarles y socorrerles en todo lo necesario.
Ya veis. Grandezas y miserias de nuestras Primeras Comuniones. Cuidemos las grandezas… Apostemos por erradicar las miserias…

Fuente: FUENTE: Pedro Moreno Magro es sacerdote de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara.

Primeras Comuniones: Lo que No pueden ser, lo que Sí deben ser

Descargar PDF  Primeras Comuniones

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba