Octubre mes misionero

Este mes de octubre no puede pasar desapercibido, si tú eres bautizado, catequista, proclamador, agente de cualquier ministerio en tu parroquia, este mensaje es para ti.

Este mes de octubre no puede pasar desapercibido, si tú eres bautizado, catequista, proclamador, agente de cualquier ministerio en tu parroquia, este mensaje es para ti. En la Iglesia universal celebramos el mes misionero, no como mero tópico, o como logo de fachada, sino desde el corazón,  como dinamismo de escucha y respuesta  de la buena noticia del amor de Dios que se nos ha confiado.

Cristo mismo es mensaje noticia de rescate que da sentido en medio de los sin sentidos, esperanza en medio de las desesperanzas, reconciliación y perdón en medio de todas las realidades que vivimos. Permite que la misión te transforme, Cristo ha llegado a tu vida no sólo para quedarse, sino para llevarte con Él al mundo entero, si quieres y le crees, tú puedes responder libremente a su clamor manifiesto en las realidades de los hombres y mujeres de hoy. El fuego misionero que Dios ha puesto en ti te capacita a vivir experiencias que no te hubieses imaginado. ¿Qué esperas? ¿Vas, envías o ayudas a enviar? ¡LA MISIÓN SI ES PARA TI!

No te la puedes perder, es tu oportunidad para dejarte lanzar por Cristo a la aventura de la Evangelización; quien se ha encontrado con Cristo no puede quedarse inmóvil. La fuerza del Espíritu Santo es capaz de transformar tu vida “hoy”, porque en el hoy de tu vida personal se encarna el  tiempo de Dios, el Kairós, tiempo de salvación para el mundo y para ti, déjate transformar.

Os invitamos a todos a vivir este mes con un Espíritu misionero que espabile nuestras parroquias, nuestras catequesis, nuestros lugares de encuentro con Dios, nuestras familias, escuelas y lugares de trabajo.

Hay  formas para concretar esta tarea misionera:

• Orar por las misiones, por los que aún no conocen a Dios o tienen una  idea negativa de Dios.

• Participar en un campo misión, donando un tiempo de tu vida para el servicio de los más pobres, o donando toda tu vida en la vocación misionera por el mundo entero.

• Animar a otros que tienen posibilidades de tiempo, salud, edad para ir a las misiones

• Apoyando económicamente los proyectos misioneros de la Parroquia o Diócesis.

• Hablando y dando testimonio de Cristo donde quiera que estés…

El amor de Dios es para el mundo entero y los demás tienen el derecho a conocer al Dios que te ha cambiado la vida, que es capaz de sacarte de tus incapacidades y prejuicios, para ganar la vida entregándola por amor.

¿Qué dices… te animas?