LA FAMILIA POSTMODERNA CLAVES PARA SU INTERPRETACIÓN Y COMPRENSIÓN (Parte 1)
LA FAMILIA POSTMODERNA
CLAVES PARA SU INTERPRETACIÓN Y COMPRENSIÓN
(Parte 1)
¿Qué significa el adjetivo «posmoderna» al aplicarlo a la familia? Fundamentalmente, dos cosas.
En primer lugar, la institución familiar ha realizado (y, en cierto modo, se encuentra todavía en) una variación epocal: paso de la familia moderna (caracterizada por diversos factores que confluyen en el rasgo decisivo de la «nuclearización») a otra forma de familia que, por sucesión temporal y por contraposición de factores determinantes, es denominada «post-» o «ultra-» moderna.
En segundo lugar, y consiguientemente, el cambio epocal origina tal cúmulo de factores nuevos que, al incidir sobre la familia, dan lugar a una innovación histórica tanto en la estructura como en la dinámica familiares. Siendo «post » o «ultra » moderna, la familia actual tiene una identidad histórica, que ha de ser expresada desde ella misma y no sólo desde su referencia a la forma anterior de familia moderna.
En la cultura occidental se conocen dos grandes «crisis» por las que ha pasado la institución familiar: la crisis de la familia tradicional, que originó el cambio de la familia «extensa» a la familia «nuclear»; y la crisis de la familia actual, que está provocando la transformación de la familia «nuclear» hacia otro modelo de familia que, a falta de mejor denominación, llamamos «posmoderna». La primera crisis redujo el número de individuos del núcleo familiar y reorganizó las funciones de la familia. La segunda, además de seguir reorganizando las relaciones intrafamiliares y las funciones sociales, «rompe» los esquemas en el inicio, en la estructura y en el final de la institución familiar. La familia posmoderna es, en la primera apariencia, una familia «descompuesta» o, mejor, compuesta «de muchos modos».
Esto no quiere decir que la familia tienda a desaparecer. «Tampoco es inminente el fin de una institución que a lo largo de la historia ha demostrado satisfacer necesidades básicas, tanto individuales como sociales, y además se caracteriza por su capacidad para ajustarse a las condiciones más cambiantes. La familia no es únicamente especialista en el cumplimiento de algunas funciones esenciales, sino también en sobrevivir, en sobreponerse, en adaptarse en suma» .
Es fácil acumular citas en las que se enfatiza la función humanizadora de la familia. Señalo algunas de las que ofrece el Magisterio reciente de la Iglesia Católica.
Para el Concilio Vaticano II:
– «La familia constituye el fundamento de la sociedad» (GS, 52, 2).
– «La familia es una escuela del más rico humanismo» (GS, 52, l).
– «La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar» (GS, 47, 1; texto citado por FC, 3).
El alto concepto que Juan Pablo II tiene de la familia ha sido expresado en múltiples ocasiones y con frases lapidarias:
– «El matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más preciosos de la humanidad» (FC, l).
– La familia es la «comunidad fundamental sobre la que se apoya toda la gama de las relaciones sociales» (Carta a las familias, n. 2).
– «No es exagerado afirmar que la vida de las Naciones, de los Estados y de las Organizaciones internacionales ‘pasa’ a través de la familia» (Carta a las familias, n. 15).
Autor: P. Jaime Humberto Henao Franco