DOMINGO DE LA MISERICORDIA DIVINA, SER CATEQUISTAS DE MISERICORDIA, «JESÚS EN TÍ CONFÍO»
Sal. 117
«Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia»
Este es el estribillo del salmo con el que responderemos a la lectura de este domingo, llamado desde el año 2000, el domingo de la misericordia divina, instituido por el Papa San Juan Pablo II con ocasión de la canonización de sor Faustina Kowalska, quien experimentando en carne propia la misericordia divina, escribe en su diario las tareas que tiene y una de ellas es:
– Alcanzar la misericordia de Dios para el mundo entero, y especialmente para los pecadores. Ve aquí las tres tareas.
La misericordia divina llega a los hombres a través del corazón de Cristo crucificado: «Hija mía, di que soy el Amor y la Misericordia en persona», pedirá Jesús a sor Faustina (Diario, p. 374). Cristo derrama esta misericordia sobre la humanidad mediante el envío del Espíritu que, en la Trinidad, es la Persona-Amor. Y ¿acaso no es la misericordia un «segundo nombre» del amor (cf. Dives in misericordia, 7), entendido en su aspecto más profundo y tierno, en su actitud de aliviar cualquier necesidad, sobre todo en su inmensa capacidad de perdón? San Juan Pablo II homilía en su canonización aquí.
Recordando que la Catequesis no sólo tiene una dimensión de misericordia, es camino que lleva a la misericordia, puesto que es el segundo nombre del amor, como lo dijo San Juan Pablo II, y ese amor fue demostrado en la Cruz, en ese corazón traspasado del Crucificado, por tanto la Catequesis sino es misericordia y no enseña misericordia no es fiel al mensaje de Jesús, «sed misericordiosos, como yo soy misericordioso.» (Lc 6,36)
La catequesis también es una obra de misericordia: pues al decir; “enseñar al que no sabe”, esto significa, provocar, proponer, motivar al deseo de la búsqueda de Jesús y así mostrar el camino de la fe, camino con la pedagogía de Jesús, respetando al hombre en su dignidad de hijo. «En efecto, la misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre.» Papa Francisco. Así la Misericordia tampoco es un paréntesis de la Catequesis, es la Catequesis misma que transforma el corazón.
UN DECÁLOGO DEL CATEQUISTA MISERICORDIOSO
1.- El catequista de la misericordia, se sabe amado y perdonado por Dios por eso es capaz de amar y perdonar
2.- El catequista de la misericordia, transmite con su vida que Dios ama a todos sin distinción y enseña a perdonar
3.- El catequista de la misericordia se involucra en la sociedad siendo fermento de paz y honestidad
4.- El catequista de la misericordia sabe que construye el Reino de justicia y paz, saliendo de sí mismo
5.- El catequista de la misericordia anuncia a Cristo acercándose a las llagas del hermano pobre y herido
6.- El catequista de la misericordia manifiesta en público su fe en Jesús
7.- El catequista de la misericordia busca caminos nuevos para anunciar el Evangelio
8.- El catequista de la misericordia se compromete en el servicio desinteresado en su parroquia, diócesis
9.- El catequista de la misericordia toma en serio su formación para dar lo mejor a sus catequizandos
10.- El catequista de la misericordia es portador de la esperanza y de la alegría cristianas.
QUERIDOS CATEQUISTAS, OS PROPONEMOS LAS SIGUIENTES TAREAS SI OS AYUDA:
1.- Crear vuestro propio decálogo de la misericordia, podéis reuniros y reflexionar juntos, ¿cómo podéis ser en vuestra parroquia catequistas de misericordia? y después podéis hacer vuestro propio decálogo, o si no llegáis a 10, no importa, lo que descubráis y que podáis hacer realidad entre vosotros.
2.- Invitad a los chicos de la Catequesis a conocer la vida de Santa Faustina Kowalska
3.- Conoced y rezad la Coronilla a la divina misericordia.
4.- Leed la homilía de san Juan Pablo II el día de la canonización de Santa Faustina