SANTO DEL MES: VENERABLE DON BALTASAR PARDAL VIDAL
SACERDOTE, CATEQUISTA, PROMOTOR DE LA DIGNIDAD DE LA MUJER, PEDAGOGO Y FUNDADOR (1886-1963)
QUERIDOS CATEQUISTAS,
EN ESTE MES DE MARZO A PUNTO DE EMPEZAR, RECORDAMOS A UNA PERSONA QUE VIVIÓ SU FE Y SU MINISTERIO SACERDOTAL DE MANERA RADICAL, ENTREGÁNDOSE A SU PUEBLO SUFRIENTE, SOBRE TODO A LA NIÑEZ Y A LA MUJER. UN CATEQUISTA DE CORAZÓN.
Se trata del venerable Baltasar Pardal Vidal. Nació en Santa Cristina de Fecha (La Coruña), el 18 de agosto de 1886 y fallece en la Coruña, el 3 de marzo de 1963. Sacerdote, fundador del Instituto Secular Femenino Hijas de la Natividad de María y de las Escuelas de «La Grande Obra de Atocha.»
Nació en el seno de una familia de campesinos y era el tercero de cuatro hermanos. Ingresó en el Seminario de Santiago de Compostela en 1900. El 17 de diciembre de 1910 fue ordenado sacerdote y celebró su primera misa al día siguiente, ofrecida por su padre, recientemente fallecido. El 1 de junio de 1912 fue nombrado coadjutor de la parroquia de Santa María del Azogue de Betanzos (La Coruña). Allí descubre el valor del “trabajo en equipo y “su vocación por el catecismo”.
El 12 de febrero de 1913 fue nombrado coadjutor de la parroquia de San Nicolás de La Coruña. Existe en esta parroquia, una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Atocha (la Morenita) La miseria del barrio de la Virgen de Atocha y la indefensión de los niños y las mujeres ante la dureza de las condiciones de vida, fue lo que le hizo concebir el proyecto de La Grande Obra de Atocha. Se inauguró el 30 de agosto de 1923 y fue reconocida oficialmente por el Ministerio de Educación como institución benéfico-docente el 29 de diciembre del mismo año.
Durante cuarenta y seis años, desempeñó también el cargo de magistral de la Real e Insigne Colegiata de Santa María del Campo de La Coruña. Como catequista de multitudes, fue nombrado moderador del catecismo y visitador de la doctrina cristiana para la archidiócesis compostelana, el 5 de abril de 1933.
En 1939, las mujeres consagradas a la Obra se constituyeron en comunidad, con vida de familia estable. El 19 de marzo de 1951, el cardenal Quiroga Palacios firmó el decreto de erección de derecho diocesano del Instituto Secular Femenino con el nombre de; Hijas de la Natividad de María.
El 15 de septiembre de 1940 fundó la primera filial de La Grande Obra de Atocha, en Pontedeume; el 22 de diciembre fundó la segunda filial en Betanzos, y el 15 de octubre de 1957, la tercera filial en Arzúa. A través del instituto, se hizo cargo de la atención de las casas diocesanas de Ejercicios Espirituales de Santiago y Pontedeume y de los seminarios de Santiago.
Baltasar Pardal falleció en 1963, tras sufrir una embolia cerebral, y fue enterrado en la capilla de La Grande Obra. El Instituto por él fundado que recibió el 1 de noviembre de 1977 el Decreto de aprobación pontificia. Los Estatutos definitivos del Instituto Secular Femenino de las Hijas de la Natividad de María fueron aprobados el día 22 de febrero de 1995. El día 16 de julio de 2005 se firmó, en Roma, la Positio, con la que quedaba cerrada y aprobada la causa de beatificación.
ACTITUDES Y CUALIDADES DE DON BALTASAR PARDAL COMO CATEQUISTA QUE PUEDEN INSPIRAR
Recordando la exhortación apostólica de Pablo VI, la «EVANGELII NUNTIANDI», sin duda podemos decir que don Baltasar la tomó como manual de acción para su pastoral evangelizadora. Basta leer los números 13,14;18. En el n. 31 habla de la evangelización en conexión con la promoción humana. Os invitamos a leer esta exhortación y descubrir más actitudes de un catequista evangelizador.
1.- Un sacerdote atento a la realidad de su pueblo encomendado, vio el sufrimiento y no quedó indiferente
2.- Un sacerdote de fe inquebrantable y de confianza en la Divina Providencia
2.- Un sacerdote, que supo unir la catequesis con la promoción humana
3.- Un sacerdote con espíritu comunitario, buscando el bien mayor de la comunidad
4.- Un sacerdote consiente de ser instrumento del Espíritu Santo
5.- un sacerdote que tomó en serio el trabajo en equipo, hoy diríamos, con una actitud muy sinodal.
6.- Un sacerdote que supo dar el lugar a la mujer, promoviendo integralmente su ser, dándole herramientas para tener un rol transformador en la sociedad y por ende en la Iglesia.
7.- Un sacerdote enamorado de Jesús, de su ministerio y de su pueblo.
8.- Enamorado de la Eucaristía y de María
Queridos Catequistas, ¿Qué os llama más la atención de la vida de Don Baltasar Pardal? ¿Qué cualidades podéis practicar en vuestra vida cotidiana? ¿Qué transmitir a los chicos de la catequesis de don Baltasar?
Oramos por que el siga intercediendo por la diócesis de Santiago de Compostela, por toda la niñez y juventud, por todos los catequistas. Así sea.