II Martes de Cuaresma: El camino recto
“No se te dice: «Trabaja por dar con el camino, para que llegues a la verdad y a la vida»; no se te ordena esto. Perezoso ¡levántate! El mismo camino viene hacia ti y te despierta del sueño en que estabas dormido; si es que en verdad estás despierto: levántate, pues, y anda. A lo mejor estás intentando andar y no puedes porque te duelen los pies. ¿Y por qué te duelen los pies? ¿Acaso porque anduvieron por caminos tortuosos bajo los impulsos de la avaricia? Pero piensa que la Palabra de Dios sanó también a los cojos. «Tengo los pies sanos» -dices-, «pero no puedo ver el camino». Piensa que también iluminó a los ciegos” (San Agustín).
II Martes de Cuaresma: El camino recto
La imagen del camino llano y recto, con la señal del arco iris en el cielo, nos invita a avanzar con la certeza del acompañamiento de Dios y de su alianza.
Texto bíblico: “Al que sigue buen camino, le haré ver la salvación de Dios”.
El papa Francisco asegura: “Sólo a partir de esta escucha respetuosa y compasiva se pueden encontrar los caminos de un genuino crecimiento, despertar el deseo del ideal cristiano, las ansias de responder plenamente al amor de Dios y el anhelo de desarrollar lo mejor que Dios ha sembrado en la propia vida” (EG 171).
Pensamiento
No hay opción de vida que conduzca por sendero más seguro que ir detrás de Jesús, camino de Jerusalén.
Oración
“El Señor es mi Pastor, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan” (Sal 22).
Propuesta
¿Podrías decir que tus pies están en un camino llano, o sigues tropezando por decisiones egoístas?