El Bautismo del Señor
El primer domingo después de la festividad de la Epifanía, la Iglesia celebra el Bautismo del Señor, una fiesta que marca el inicio de la vida pública de Jesús y nos invita a reflexionar sobre el sentido del bautismo cristiano, el sacramento de la iniciación cristiana.
En este día, se recuerda el momento en que Jesús, siendo sin pecado, se presenta ante Juan el Bautista en el río Jordán. A través de este acto, Jesús se identifica con la humanidad y con el pueblo que se arrepiente de sus pecados. Aunque Él no necesitaba el bautismo de arrepentimiento, se sometió a él para cumplir toda justicia, iniciando así su misión de salvación. Al ser bautizado, se abrió un nuevo camino para toda la humanidad: el de la purificación y el acceso a la gracia de Dios.
Reflexión Catequética:
El Bautismo de Jesús tiene varios significados profundos:
- Jesús se une a los pecadores: Aunque Él era sin pecado, al sumergirse en las aguas del Jordán, Jesús se identifica con la humanidad, especialmente con aquellos que buscan la conversión. En su gesto, se anticipa su sacrificio en la cruz, donde tomará sobre sí los pecados del mundo.
- La revelación de la Trinidad: En el momento del bautismo, el cielo se abre, el Espíritu Santo desciende sobre Jesús en forma de paloma, y una voz del cielo dice: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia» (Mateo 3,17). Este evento revela la presencia y la acción de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
- La iniciación del ministerio público de Jesús: El Bautismo marca el comienzo de la misión pública de Jesús, quien inicia la predicación del Reino de Dios. Su ejemplo de humildad y obediencia al Padre nos llama a vivir nuestra propia vida cristiana con fe y docilidad a la voluntad divina.
- El Bautismo cristiano: En el Bautismo de Jesús también encontramos el fundamento del sacramento del bautismo cristiano. En el bautismo, somos incorporados a la Iglesia, recibimos el perdón de los pecados y nos hacemos miembros del Cuerpo de Cristo. Este sacramento, que nos purifica del pecado original y nos da la gracia divina, es el primer paso en la vida cristiana.
Para la Catequesis:
Este día es una excelente oportunidad para enseñar a los niños, jóvenes y adultos sobre el significado del bautismo y su importancia en la vida cristiana.