DÍA MUNDIAL PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio se conmemora cada año el 10 de septiembre.
Queridos catequistas,
El martes 16 de octubre de 2018 el Papa Francisco habló sobre el suicidio, la realidad de la muerte y la misericordia de Dios en el marco de su reflexión sobre el Ave María para un programa producido por la televisión de la Conferencia Episcopal Italiana.
«El suicidio es un poco cerrar la puerta a la salvación, pero yo soy consciente que en los suicidios no hay plena libertad. Al menos así creo. Me ayuda lo que el Cura de Ars dijo a aquella viuda cuyo marido se había suicidado lanzándose del puente al río. Dijo: ‘Señora, entre el puente y el río está la misericordia de Dios’. Porque creo que en el suicidio la libertad no es plena, pero es una opinión personal», dijo el Papa en el programa emitido por TV 2000. Click aquí.
El lema de este año es “Cambiar la narrativa”, que busca derribar barreras como el estigma y crear una cultura de comprensión y apoyo2. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca la importancia de reemplazar la narrativa estigmatizante sobre el suicidio y fomentar una cultura de apoyo y comprensión2.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio, establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio junto con la OMS, busca centrar la atención en el problema, reducir el estigma y crear conciencia de que el suicidio se puede prevenir.
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LA CATEQUESIS PUEDE FAVORECER UNA CULTURA DE VIDA Y ESPERANZA
1.- Como familia, en la Iglesia es importante conectar con todos los chicos de la catequesis, estar atentos a signos, como el aislamiento, las frustraciones, no tener miedo a estar cerca de otros que puedan estar en algún tipo de sufrimiento.
2.- Dialogar con los padres de familia sobre este tema, ver la realidad y escuchar a quienes no han logrado el objetivo de quitarse la vida y que ahora testifican el amor de Dios en ellos.
3.- estar atentos a quien necesite de ayuda, escuchando y aportando contactos de profesionales que puedan brindar un apoyo más efectivo, como los teléfonos de la esperanza.
4.- Y lo más importante, orar, acercar a los chicos a descubrir el amor misericordioso de Dios, que nos escucha, nos perdona y siempre nos da nuevas oportunidades.
