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Asamblea de Catequistas 2018 de Santiago de Compostela: Una experiencia de fe en comunidad

«Portadores de Agua viva», fue el lema que animó este año la asamblea Diocesana de Catequistas celebrada el pasado sábado, a la que asistieron más de 300 catequistas provenientes de tantas parroquias de nuestra geografía diocesana. Desde hace un par de años este primer fin de semana de Marzo es el día del catequista en la Diócesis, en coincidencia con la conmemoración anual de la muerte del sacerdote, catequeta y catequista infatigable, primer Director del Secretariado Diocesano de Catequesis, el siervo de Dios D. Baltasar Pardal Vidal († 3 de marzo de 1963).

Lo que allí vivimos fue realmente una experiencia de fe en comunidad, donde la pluralidad en la Iglesia apareció como riqueza, en un clima de comunión y camino juntos. Contamos con la presencia de nuestro Arzobispo Don Julián Barrio, y su Obispo Auxiliar, Don Jesús Fernández. Fue nutrida también la asistencia de párrocos y sacerdotes, religiosas y religiosos, seminaristas mayores, movimientos laicales y eclesiales de los diversos ámbitos evangelizadores y pastorales de la Diócesis.

La jornada se desarrolló en dos espacios muy emblemáticos, de una fuerte resonancia benedictina: el Seminario Mayor (antiguo Monasterio benedictino de san Martín), que abrió sus puertas par acoger a todos los catequistas; y el Monasterio de san Pelayo de Antealtares, donde vive y reza una comunidad de religiosas benedictinas.

Tras la retirada de materiales, una cálida acogida realizada por el Coro parroquial de san Rosendo de A Coruña, el Sr. Arzobispo, Don Julián saludó a los presentes. En sus sentidas palabras, animó a todos los catequistas de la Diócesis a no “añorar el pasado, porque es correr tras el viento”, aunque “tenemos un pasado glorioso”, decía en referencia a D. Baltasar, gran catequeta y catequista e iniciador del Secretariado de Catequesis Diocesano. También les invitó a “no hacer de nuestra pastoral un muro de lamentaciones”, sino una pastoral de esperanza, porque el catequista sabe bien a dónde va y eso le da seguridad y una dirección, y fortaleza en su misión. Para el prelado, el catequista es portador de agua viva cuando anuncia la Palabra de Dios y se pone al servicio de la alegría de los demás.

Después, con profusión de creatividad y buen humor, a la vez que con profundidad y una gran dosis de espiritualidad, Don Fabio Pallotta, religioso Guaneliano, dirigió la Ponencia marco de la jornada. Con el tituló “El don más grande”, introdujo a los catequistas en lo que fue el icono bíblico de la Jornada, extraído del texto evangélico de la Samaritana (Jn 4, 5-30). Además de hacernos una lectura espiritual del pasaje bíblico, Don Fabio supo extraer las aplicaciones concretas para la vida y la misión del catequista actual que en él se encierran.

A continuación, tras un merecido café, donde también seguir disfrutando de la fraternidad, los catequistas fueron invitados a dirigirse a las Benedictinas, para participar en una experiencia de oración, meditación, contemplación y adoración preparada por los miembros de la Delegación de Catequesis, en la que se combinaron y se pusieron en juego diversos elementos: audiovisuales, escénico-dramáticos, litúrgico-celebrativos, … . Se trata de otro acercamiento complementario, en esta ocasión más experiencial y oracional, al icono bíblico del día; y, concretamente, realizado a partir de la profundización en la “sed de Jesús y la Samaritana”.

Como era de esperarse, tras un buen trabajo, hubo oportunidad de disfrutar de una comida bien merecida, compartiendo el sabor original de lo que cada catequista trajo de su casa y puso a disposición de todos los asistentes.

Por la tarde, los catequistas fueron divididos en pequeños grupos para participar en los diversos talleres preparados, hasta un total de 12 diversos:

  1. La dimensión celebrativa de la catequesis
  2. Talleres de oración y vida (Padre Ignacio Larrañaga)
  3. Orar con los niños en la catequesis
  4. Kerigma y catequesis
  5. Pedagogía del encuentro
  6. Acompañar en la catequesis
  7. Familia y catequesis
  8. Catequesis y compromiso social
  9. El A-Z del catequista según don Baltasar Pardal
  10. “Catequesis Dis-ferente” para personas con discapacidad
  11. Life Teen
  12. Arte y catequesis

Por otro lado, durante todo el día los catequistas asistentes pudieron acercarse a los diversos stands pastorales, que se dispusieron en el claustro bajo del Monasterio de san Martín. Todos ellos representaba alguna de las realidades implicadas en la catequesis, o hacían referencia a diversas experiencias y movimientos que están relacionadas con la catequesis en la Diócesis. Quienes se acercaron no sólo pudieron conocer de primera mano la rica realidad que existe en la catequesis, sino adquirir materiales, información y consultar sus dudas y compartir inquietudes:

  • Caritas
  • Manos Unidas
  • Entreculturas, ONG de Desarrollo de la Compañía de Jesús
  • Catequesis «Dis-ferente»
  • Delegación de Catequesis
  • Delegación Diocesana de Vocaciones
  • Scouts Diocesanos
  • Proyecto de post-comunión 5+1
  • Godly Play
  • Materiales de una editorial católica

Se concluía la jornada con una solemne y emotiva Eucaristía en el Monasterio de las Pelayas, presidida por nuestro Arzobispo y concelebrada por su obispo auxiliar, D. Jesús, y abundantes sacerdotes y párrocos. Como signo de envío se entregó: “un cubo”, con el que se quiso recordar a los catequistas que siempre han de ser portadores de agua viva.

Cada catequista, en representación de la parroquia a la que pertenecía, recogió este signo para llevarlo a sus comunidades y utilizarlo al día siguiente en las Eucaristías dominicales; pues si en este cía se quiso celebrar el «Día Diocesano del Catequista», el domingo se celebraba en toda la Diócesis el «Día Diocesano de la catequesis parroquial», con el fin de revalorizar y reconocer este ministerio tan necesario en nuestras comunidades.

Al final de la Misa, se hizo también un sencillo pero sentido reconocimiento a los catequistas que durante más de 50 años, 50 o 25 años han realizado este ministerio, ofreciendo vida y corazón al servicio de la catequesis en la Diócesis, otorgándoles un diploma por manos del Sr. Arzobispo, acompañado de su obispo Auxiliar.


Todos los momentos vividos, las experiencias compartidas y la diversidad y pluralidad en la comunión, se unieron en la jornada vivida para mostrar un hermoso vitral, inmenso de colorido y armonía, donde una vez más se traslució a Cristo, donde se transmitió su mensaje de comunión y amor, para gloria del Padre y por la fuerza del Espíritu. Por todo ello damos gracias a Dios.

Agradecimiento especial al Seminario Mayor y sus seminaristas, a la comunidad benedictina del Monasterio de san Pelayo de Antealtares; a los voluntarios, a las personas que estuvieron al frente de los talleres y en los stands; y a todos vosotros catequistas, asistentes y aquellos que no pudieron asistir, por vuestra preciosa e imprescindible misión.

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